Octopush se compromete con Climate ACT a reducir sus emisiones de dióxido de carbono. Para convertirnos en una empresa responsable con el medio ambiente.
Los gases de efecto invernadero y su impacto en el medio ambiente
Los gases de efecto invernadero (GEI) son aquellos presentes en la atmosfera terrestre. Estos tienen la capacidad de interceptar los rayos infrarrojos. Estos rayos infrarrojos, provenientes del Sol, son reflejados a su vez por la superficie terrestre.
Los GEI son opacos, por lo que la energía térmica se queda atrapada en la superficie del globo, en lugar de escapar al espacio. Por ello calientan la atmosfera.
Toda actividad humana genera gases de efecto invernadero, incluso la respiración produce CO2. El cual, después de las micro gotas de agua, es el segundo más abundante GEI de origen natural.
En lo que respecta a las gotas de agua, dado que el agua es un compuesto natural que funciona cíclicamente en el medio ambiente, ni siquiera la acción humana alcanza a crear una perturbación grave en la atmósfera.
Sin embargo, las emisiones de dióxido de carbono son responsables del 65% del efecto invernadero adicional causado por el ser humano.
¿Qué es el Climate ACT?
Climate ACT es un colectivo de pequeñas empresas francesas, incluso startups, que se comprometen a reducir su huella de carbono a lo largo el año 2021.
¡Actualmente somos 241 empresas comprometidas!
¿Cómo saber cuánto dióxido de carbono generamos?
Para tomar cartas en favor del medio ambiente, hay que conocer en primer lugar la posición que ocupa Octopush como empresa. La primera misión del Plan de Acción de Climate ACT, es comprender cuál es nuestra huella de carbono antes del final de 2021.
Para ello hemos contratado a Sami, compañía especializada en inventariar las emisiones de carbono. Ellos analizarán todas las actividades de nuestra empresa y empleados. Todo dentro de tres ámbitos.
Ámbito 1:
Actividades al interior de Octopush. ¿Utilizamos sistemas o equipos que generan dióxido de carbono? Esto es, ¿de manera directa en la fabricación de nuestros productos o prestación de nuestros servicios?
Ámbito 2:
Actividades fuera del perímetro de Octopush y que, aun si no generan CO2 por ellas mismas, su producción sí emite gases de efecto invernadero. Por ejemplo, ¿cómo es generada la electricidad que utilizamos en nuestro lugar de trabajo?
Ámbito 3:
Cualquier otra emisión relacionada con la empresa. Como es el caso de proveedores de bienes y servicios, logística, eliminación de residuos, etc.
Transparencia en nuestro inventario de emisiones de carbono
Compartiendo nuestros descubrimientos con todas las empresas que forman parte de Climate ACT. Octopush estará en la posibilidad de ejecutar acciones colectivas para disminuir las emisiones de dióxido de carbono o, idealmente, llegar a una neutralidad.
Esto no significa reducir nuestras emisiones de carbono a cero. Sino buscar un equilibrio entre nuestra huella de carbono y el método para contrarrestar esas emisiones.
Climate ACT es un movimiento voluntario, pero su intención es convertirse en el modelo. Para que inspire a los legisladores para hacer frente al calentamiento global. De modo que se apliquen normas que obliguen a las empresas, independientemente de su tamaño, a poner en marcha un plan para frenar la generación de GEI.
Acciones para salvar el medio ambiente
La compensación de carbono consiste en intercambiar nuestra cuota de emisiones de carbono por acciones. Aquellas que garanticen la reducción de los gases de efecto invernadero. Principalmente hay dos caminos para lograrlo:
Participando en proyectos que evitan las emisiones
Para evitar la acumulación de dióxido de carbono en la atmosfera, no hay mejor manera que no generándolo. Medidas como la implantación de métodos de energía renovable o el ahorro en el uso del gas son ideales.
Apoyo a los proyectos de captura de carbono
La forma más obvia de hacerlo es mediante la reforestación. Sin embargo, también es posible capturar carbono de la atmósfera. Esto fomenta el desarrollo del fitoplancton en los océanos o creando sumideros en el subsuelo.
Estos almacenan aquellos residuos biológicos que pueden emitir CO2 durante su descomposición.